El espresso o exprés es una variedad de café concentrado que tiene su origen en Italia y debe su nombre a su preparación rápida y su intenso sabor.
Se puede beber solo o utilizarse como base de un capuchino o latte. En una cafetería esta variedad normalmente se hace mediante una máquina que filtra y calienta el agua hasta que entra en contacto con el café molido, provocando una infusión de sabor intenso.
En casa puedes prepararlo con una cafetera italiana también conocida como cafetera moka. Este café se hace precisamente con un molido que lleva el mismo nombre, y que es mucho más fino que el utilizado en una cafetera de americano o una prensa francesa.
¿Sabes cuál es la mejor forma de hacerte un rico espresso en casa? Checa estos pasos:
¿Qué necesitas?
- Café en grano
- Molino de café
- Agua purificada
- Cafetera italiana
Molino:
El café en grano conserva mejor el sabor que el café previamente molido; por eso te sugerimos que lo muelas al momento de prepararlo, así mantendrás todo su sabor.
Agua:
El 90% de un café se compone de agua, así que lo mejor será que uses agua purificada.
Puedes usar agua a temperatura ambiente, pero te sugerimos que la calientes un poco antes de colocarla sobre la base de tu cafetera italiana para que el café no sufra tanto con el cambio de temperatura. Vacía el agua hasta que cubra la mitad de la válvula de presión que podrás mirar desde el interior.
Café molido:
Coloca el embudo sobre la base que llenaste con el agua. En él debes colocar el café recién molido; procura no apretarlo demasiado ni llenarlo hasta el tope, pues esto podría impedir que el agua caliente pase correctamente por el filtro.
Luego, coloca la parte superior de la cafetera o depósito; ahí caerá el café una vez que se filtre por la columna interior.
Fuego:
Como el agua la calentamos previamente, el tiempo de hervor y filtración será menor. Cuando coloques tu cafetera sobre la hornilla abre la tapa superior. Calienta a fuego alto hasta que el café comience a colarse por la columna; en ese momento cierra la tapa y calienta fuego medio/bajo hasta que el depósito esté casi lleno.
Cómo servirlo:
¡Está listo!
Antes de servirlo en una taza, asegúrate de mover suavemente el café que está en el depósito; de esta forma el sabor será uniforme y evitarás que lo más concentrado quede hasta abajo. Ahora sí, sírvelo en una taza para espresso, pero nunca hasta arriba.
¡Disfruta de este rico café!
De preferencia no lo tomes por la noche porque podría robarte el sueño; mejor disfruta de su sabor por la mañana para que te brinde mucha energía.
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